No hay nada más incierto que respirar y esa incertidumbre puede empujarnos o puede retractarnos; compilaciones de sentimientos diarios que nos hacen cuestionar nuestra dirección. ¿Hacía dónde voy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué quiero? ¿Qué espero? ¿Qué sueño?
Incertidumbre es estar vivo y estarlo al margen de lo desconocido, incertidumbre es querer alcanzar las estrellas y conformarte con tocar el techo porque alcanzar las estrellas parece imposible, porque no te crees capaz o porque tienes tantas emociones y sentimientos mezclados que optas por no hacer nada.
Incertidumbre es el tiempo que pasa rápido y camina lento ¡Qué ironía! es tener prioridades, gastarlo y a veces ni saber por qué lo gastas en lo que lo estás gastando, incertidumbre es no querer renunciar y empujarte a hacerlo. Incertidumbre es amar y no poder querer, incertidumbre es no saber qué hacer.
(Calle El Conde, Zona Colonial en Santo Domingo, República Dominicana).